Teresa Diec nació en los primeros años del siglo XIV en Toro, Zamora.
Teresa Diec firmó unas pinturas reales al fresco seco en el coro real del monasterio de Santa Clara de Toro Zamora. La firma Teresa Dieç me fecit, se encuentra en el único fragmento conservado en el monumental San Cristobal y sobre un escudo de armas no identificado. Detrás de esta frase se oculta uno de los grandes misterios del arte Español, pues ha planteado mas interrogantes que respuestas el saber quien se esconde detrás de esta expresión que apareció escrita en una de las pinturas murales del convento de Santa Clara de Toro. Hay algunos especialistas del arte que siguen negando categóricamente que Teresa Dieç fuera pintora, y se afanan en decir que sólo era mecenas de esas obras. Estos se basan en el escudo de armas bajo la firma de Teresa Díeç y que era poco usual que se incluyeran directamente en las obras las firmas de los autores, pero sí los de los mecenas.
Pero muchos creen que estamos ante la primera gran pintora de nuestro arte o al contrario pues dada la época en que se realizaron y su coyuntura política y social no podemos imaginar ejecutando contratando, etc... Se adecuó, evidentemente, a las normas artísticas de su época, pero como mujer hizo guiños en sus murales, donde se aprecia un claro predominio de mujeres, y a las que dedicó el grueso de su obra, como puede comprobarse en su obra donde Cristo se aparece a Magdalena. Escogió el momento crucial en el que es una mujer a la que primero se le aparece Jesús resucitado, pero es que además, detrás, no es San Jorge el que está matando al dragón, sino Santa Marta.
También se puede apreciar como eligió a Santa Catalina de Alejandria para uno de sus ciclos no tanto por ser una santa sino una mujer sabia que desde pequeña se dedicó al estudio de las artes liberales (es la patrona de aquellos y aquellas que se dedican a la filosofía), es decir, por haber disfrutado de lo que en la época medieval se le negaba a las mujeres, la educación académica. Las santas a las que dedicó su pincel destacaron por ser más que santas.
Artísticamente sus obras se realizaron al fresco seco y corresponden a la fase del llamado gótico-lineal o franco-gótico, sus obras como en el resto de las obras de otros autores de la época no tienen perspectiva, las figuras solo tienen dos dimensiones,y cuando se tiene que representar muchas figuras la dificultad de inserirlas en un marco reducido se resuelve recurriendo a la isofalia y la perspectiva escalonada.
Pero en las pinturas de Teresa Díez predomina el naturalismo, e incluso cierta ternura en sus figuras y proximidad a la vida cotidiana y a la realidad histórica del momento. Ella, en su condición de mujer dotaba a sus obras de una sensibilidad de la que carecían las obras masculinas de sus contemporáneos.
En 1962 todos los murales de la iglesia de las clarisas fueron pasados a lienzo y restaurados y actualmente se encuentran en la Iglesia de San Sebastián de los Caballeros (Zamora).
Resumen realizado por CLAUDIA COVES CEREZO 6º primaria CEIP Ferrández Cruz
fuente
コメント