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El patito feo

Al igual que todos los años, en los meses de verano, la Señora Pata se dedicaba a empollar. El resto de las patas del corral siempre esperaban con muchos deseos que los patitos rompiesen el cascarón para poder verlos, pues los patitos de esta distinguida pata siempre eran los más bellos de todos los alrededores.

El momento tan esperado llegó, lo que causó un gran alboroto ya que todas las amigas de mamá pata corrieron hacia el nido para ver tal acontecimiento. A medida que iban saliendo del cascarón, tanto la Señora Pata como sus amigas gritaban de la emoción de ver a unos patitos tan bellos como esos. Era tanta la algarabía que había alrededor del nido que nadie se había percatado que aún faltaba un huevo por romperse.

El séptimo era el más grande de todos y aún permanecía intacto lo que puso a la expectativa a todos los presentes. Un rato más tarde se empezó a ver como el cascarón se abría poco a poco, y de repente salió un pato muy alegre. Cuando todos lo vieron se quedaron perplejos porque este era mucho más grande y larguirucho que el resto de los otros patitos, y lo que más impresionó era lo feo que era.

Esto nunca le había ocurrido a la Señora Pata, quien para evitar las burlas de sus amigas lo apartaba con su ala y solo se dedicaba a velar por el resto de sus hermanitos. Tanto fue el rechazo que sufrió el patito feo que él comenzó a notar que nadie lo quería en ese lugar.

Toda esta situación hizo que el patito se sintiera muy triste y rechazado por todos los integrantes del corral e incluso su propia madre y hermanos eran indiferentes con él. Él pensaba que quizás su problema solo requería tiempo, pero no era así pues a medida que pasaban los días era más largo, grande y mucho más feo. Además se iba convirtiendo en un patito muy torpe por lo que era el centro de burlas de todos.

Un día se cansó de toda esta situación y huyó de la granja por un agujero que se encontraba en la cerca que rodeaba a la propiedad. Comenzó un largo camino solo con el propósito de encontrar amigos a los que su aspecto físico no les interesara y que lo quisieran por sus valores y características.

Después de un largo caminar llegó a otra granja, donde una anciana lo recogió en la entrada. En ese instante el patito pensó que ya sus problemas se habían solucionado, lo que él no se imaginaba que en ese lugar sería peor. El único motivo que tuvo la anciana para recogerlo de la entrada era usarlo como plato principal en una cena que preparaba. Cuando el patito feo se dio cuenta de sus intenciones salió corriendo sin mirar atrás.

Pasaba el tiempo y el pobrecillo continuaba en busca de un hogar. Fueron muchas las dificultades que tuvo que pasar ya que el invierno llegó y tuvo que aprender a buscar comida en la nieve y a refugiarse también tuvo que esquivar muchos disparos provenientes de las armas de los cazadores.

Siguió pasando el tiempo y por fin llegó la primavera. Un día mientras pasaba junto a un estanque divisó  en él unas aves muy hermosas.. Estas tenían clase, eran esbeltas, elegantes y se desplazaban por el estanque con tanta frescura y distinción que el pobre animalito se sintió muy abochornado por lo torpe y descuidado que él era.

Se armó de valor y se dirigió hacia ellos preguntándoles muy educadamente que si él podía bañarse junto a ellos. Los cisnes con mucha amabilidad le respondieron todos juntos:

– ¡Claro que puedes, como uno de los nuestros no va a poder disfrutar de este maravilloso estanque!

El patito asombrado por la respuesta y apenado les dijo:

– ¡No os riáis de mí! Como me comparáis con vosotros que estáis llenos de belleza y elegancia cuando yo soy feo y torpe. No seáis crueles burlándoos  de ese modo.

– No nos estamos riendo de ti, mírate en el estanque y verás como tu reflejo te demuestra  lo que decimos.- le dijeron los cisnes al pobre patito.

Después de escuchar a las hermosas aves el patito se acercó al estanque y se quedó tan asombrado que ni el mismo lo pudo creer, ya no era feo. ¡Se había transformado en un hermoso cisne durante todo ese tiempo que pasó en busca de amigos! Ya había dejado de ser aquel patito feo que un día huyó de su granja para convertirse en el más bello y elegante de todos los cisnes que nadaban en aquel estanque.

adaptación 

Después de escuchar el cuento de El Patito Feo y antes de saber si habéis sido admitidos como Agentes en Prueba e iniciar la primera Misión se os propone desde el Ministerio del Cuento reflexionar con vuestro grupo sobre algunas cuestiones referidas a este relato.

¿Consideras adecuada la actitud de la madre? ¿Cómo se supone que debe ser la actitud de una madre?

¿Qué tienes que decir sobre la el comportamiento de los hermanos del protagonista? ¿Qué tendría que hacer la madre al respecto? ¿Crees que las madres deben ser conciliadoras o por el contrario debe dejar que sus hijos se defiendan solos?

¿Es importante la belleza? ¿Es la belleza la que debe regir nuestros sentimientos amorosos hacia los demás? ¿Son las pintas importantes? ¿Qué hubiera pasado con el final de esta historia si el patito en realidad  fuera feo de verdad para siempre jamás?

¿Qué moraleja es la que deduces de este cuento clásico? 

Lengua: Expresión oral y expresión escrita.

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